Editorial
Por: Ronald Marín, Docente de Español.
El alba despuntó como de costumbre, una mañana fría y nublada presagiaba un día de intensas lluvias tal como había ocurrido durante toda la semana, aun así, tanto los docentes del área de español como los estudiantes que se encargarían de todo, continuaron con bríos la culminación de los preparativos que habían iniciado dos semanas atrás, ¡el día del idioma había llegado!
El área de español quería hacer algo especial el pasado viernes 22 de abril (adelantando un poco la fecha de la celebración que originalmente es el 26 del mismo mes), luego de dos años de pandemia, era momento de reencontrarnos con una actividad que trasciende a la asignatura de lenguaje, considerando que nuestro idioma es hablado por más de cuatrocientas millones de personas y tiene unas florituras que solo él disfruta.
Cinco estaciones ubicadas en diferentes ambientes del colegio servirían para homenajear, no solo a Cervantes y su hidalgo caballero Don Quijote, sino a grandes literatas de la historia de la humanidad, nombre como J. K. Rowling, Kelly Sue Deconnick, Naoko Takeuchi, Mary Shelley, Frida Kahlo, Gabriela Mistral, Emily Dickinson, Rosalía de Castro, María Mercedes Carranza, Sor Juana Inés de la Cruz y Remedios Varo quienes a través de sus letras, de sus obras, de sus escritos, alimentaron la pasión por la literatura de millones de lectores, incipientes o consumados, que se rindieron a los pies de sus creaciones.
Las estudiantes llamadas a representar cada uno de los papeles asignados lo dieron todo y demostraron sus habilidades histriónicas en cada una de sus participaciones, la logística funcionó cual reloj suizo, y el resto de la comunidad se deleitó con cada presentación, llevándose un cúmulo de conocimientos y experiencias que, seguramente, los acompañarán para toda la vida.
La tarde nos regaló un espléndido sol, de ese que parece ser enviado por Dios para bendecir una actividad hecha con amor y pasión, el corolario perfecto para la imposición de los reconocimientos a los veintiún estudiantes que se destacaron en la asignatura de español, de igual forma tercer grado nos deleitó con un apasionado baile y se cerró la actividad con una obra de teatro llena de imaginación y buen humor presentada por un grupo de nuestras estudiantes.
Así se despidió el alumnado, satisfecho por las experiencias vividas durante un viernes atípico, uno lleno de arte, cultura, poesía y música, uno de esos días que debe repetirse, en el que la pasión por las cosas bien hechas recorrió todo un colegio, toda una comunidad.

