Frente a los acontecimientos ocurridos durante el último mes en Colombia, en la Fundación sentimos el dolor, la angustia y la tristeza que genera la crisis.
Estamos convencidos que nuestra misión es cuidar que el derecho a la educación no se interrumpa, no pare, no se vulnere. Seguiremos trabajando sin descanso y abriremos espacio en nuestras aulas para analizar, discutir y profundizar con los y las estudiantes sobre la crisis social.
Nuestra responsabilidad es darles herramientas para desarrollar pensamiento y sentimiento crítico que les permita asumir posturas maduras, éticas y respetuosas con los derechos humanos y la construcción de país.